Que poquito tiempo nos quedaba ya en Perú así que lo mejor que podíamos hacer era madrugar y aprovechar hasta el último segundo.
Con nuestro guía y buen amigo Joss comandando el bote partimos de nuestra base a disfrutar del amanecer río abajo. Los primeros en asomarse a nuestro paso fueron los martines gigantes, con su vuelo tenso y poderoso.
Pronto saltó la primera sorpresa, primero a través del oído, un intenso tableteo resonaba sobre el río, se trataba, evidentemente, de un carpintero. Inmediatamente después nuestros ojos descubrieron al autor del tamborileo haciendo equilibrios imposibles en un tronco que colgaba sobre el río.
Un precioso picamaderos barbinegro, al que mis fotografías no hacen honor, que seguía horadando el tronco en busca de larvas o insectos para desayunar.
¡Que estupenda manera de empezar el día!
¡Y que fantástica forma de continuar! La garza capirotada que ya pudimos ver en Pacaya pero que no me concedió, por la distancia y la luz, ni una sola foto decente, se mostró esplendida aunque...,
... eso sí, flanqueada por un ejército de mosquitos que algo debían ir buscando. Esta peculiar garza, de precioso pico azul, es conocida por los lugareños como "capitán garza".
También madrugó, como nosotras, un precioso inmaduro de caracara chimachima que daba la sensación de estar recién despertado por sus picores y estiramientos matutinos.
Más tarde, ya a la vuelta de esta primera salida, también tendríamos ocasión de disfrutar de la presencia un magnífico ejemplar adulto de esta misma especie.
Precioso, ¿no?. Pero aun nos deparaba algún bimbo espectacular nuestro madrugón...
..., el espectacular busardo pizarroso con esos ojazos amarillos y ese pico rojo encendido.
También tuvimos ocasión de saludar a una hermosa y vieja conocida con la que ya habíamos coincidido en Pisco y Pacaya, la garcita verdosa.
Al igual que las garcetas grandes, viejas conocidas de nuestra tierra y también de etapas anteriores de nuestro recorrido peruano...,
... que tuvieron a bien regalarnos algunas instantáneas espectaculares, en las que lucieron su enorme envergadura y elegancia.
Tampoco quiso perderse el "momento ardeidas" la impecable y estilizada garceta nívea.
Y es que habíamos llegado al dormidero de las garzas, una serie de troncos caídos sobre el río que impedían nuestro paso, en el que además de las anteriores garzas también pudimos observar a la garza cuca y al cormorán biguá.
Era el momento de dar la vuelta y volver a desayunar al lodge, aunque el busardo colorado nos propuso disfrutar de su preciosa librea durante un rato más.
Que maravilla de paseo mañanero, excelente compañía, tranquilidad, diversidad y... ¡unos cuantos bimbos! ¡venga, a desayunar que nos lo hemos ganado!.
Risas, zumos, café, tostadas, dulces, frutas y una agradable conversación antes de volver al bote, esta vez cargadas con las botas de "fango", para el siguiente paseo por una senda de la selva.
|
Crotophaga major (garrapatero mayor), Amazonas, Iquitos. |
Al ser más tarde y con un grupo mayor, y por tanto más ruidoso, las observaciones a lo largo del río fueron menos que en la primera salida, aunque aun pudimos sumar una nueva primicia, el refulgente garrapatero mayor.
Un paseo por la selva siempre resulta interesante, aunque la posibilidad de poder observar aves o mamíferos resulte complicada por lo enmarañado de la vegetación y su enorme altura, pero siempre podemos tener la suerte de llevarnos algún bimbo más, como el peculiar trepatronco ocelado o algún simpático primate como el tití cuellinegro...
... que no dudaba en sacarnos la lengua al ver nuestros torpes movimientos por el enfangado sendero,
o su primo cercano el tamarino de manto negro, aunque este no fue tan generoso con los posados.
Un placer salpicado de sorpresas que siempre resulta grato disfrutar y del que, por desgracia, teníamos que despedirnos muy pronto.
|
Lepidoptera sp., Amazonas, Iquitos. |
Si te apetece ver alguna foto más de esta jornada puedes pulsar aquí.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario