miércoles, 15 de abril de 2020

15 de enero de 2020, de Merzouga a Ouarzazate por el Valle del Draa.

Como en cada una de las etapas anteriores de nuestro viaje un extraño sentimiento nos invadía, la pena de no poder quedarnos algunos días más a disfrutar de la belleza de estas tierras y de la hospitalidad de sus gentes.


Dunas, Risani.

Tras un espléndido desayuno en Merzouga Camp nuestro anfitrión, Mohamed, nos preguntó sobre nuestro recorrido hasta Ouarzazate y nos recomendó, si no teníamos prisa, ir por Zagora y el Valle del Draa a pesar de que suponía cien kilómetros más. Como ya sabéis la consigna de nuestro viaje era "disfrutar sin prisas", por lo que no tuvimos ninguna objeción que hacer a la sugerencia de nuestro amigo.


Buteo rufinus (ratonero moro), Hassilabied.

Apenas salimos de Hassilabied con el amanecer un precioso ratonero moro parecía querer despedirse de nosotras encaramado en montículo de tierra. 


Corvus ruficollis (cuervo desertícola) Risani.

Unos cortados rocosos algo más allá de Risani eran nuestro primer objetivo, queríamos intentar localizar al búho desértico. Es tan difícil encontrar una aguja en un pajar como a un búho desértico sin saber exáctamente cual su posadero favorito, así que tuvimos que conformarnos con disfrutar de las acrobáticas evoluciones con las que nos obsequiaron los cuervos desertícolas que allí tenían su campo de juegos y con otro de los deseados bimbos...,


Sylvia deserticola (curruca de Tristram). Risani

... la esquiva curruca de Tristram, a la que unos arbustos más allá... 


Sylvia deserticola (curruca de Tristram). Risani

... acompañaba la cogujada magrebí.


Galerida macrorhyncha (cogujada magrebí), Risani.

Una más que interesante parada a pesar de no haber podido encontrar al imposible búho desértico, otra vez será. 


Señales del desierto.

La carretera recta, tranquila, bien asfaltada y absolutamente solitaria se prestaba a parar ante la presencia de cualquier "animalico" que pudiésemos sorprender, y eso parecía que habíamos hecho con este macho de collalba yebélica, sorprenderle antes del aseo diario. 


Oenanthe leucopyga (collalba yebélica) Taghbalte.

Cosas de solteros que no esperan visita.


Oenanthe leucopyga (collalba yebélica) Taghbalte.

Mucho más coqueta y elegante se mostró la preciosa hembra de colirrojo real que encontramos unos kilómetros más adelante, momento en el que, el mundo es un pañuelo, aprovecharon Hamid y los pajareros franceses para adelantarnos.


Phoenicurus phoenicurus (colirrojo real, hembra), Taghbalte.





















Muy breve, fugaz más bien, resultó en encuentro con el colirrojo diademado, que no me permitió más que obtener un cutrefoto lejana. ¡Que ganas de pillarlo en condiciones, caramba!

Phoenicurus moussieri (colirrojo diademado, macho), Taghbalte.

Mucho más entregado y facilón resulto el alcaudón norteño que acompañó nuestra sobremesa en una pequeña vega repleta de huertecitos en Taghbalte.


Lanius excubitor (alcaudón norteño), Taghbalte.

Casi casi llegó a posarse en el extremo del teleobjetivo.


Lanius excubitor (alcaudón norteño), Taghbalte.

Así me gustaría encontrar al colirrojo diademado, no es mucho pedir.


Vega del río Draa.

Parada aquí, pajarillo allá acabamos llegando a Zagora, desde donde íbamos a remontar el curso del río Draa paralelos al tremendo palmeral que lo secunda. Una preciosa vega salpicada de huertas y kasbahs de adobe en la que seguir disfrutando de su gran diversidad.


Streptopelia senegalensis (tórtola senegalesa), Zagora.

No tardamos en localizar sobre un murete a las tórtolas senegalesas, que en esta ocasión resultaron mucho más fáciles de fotografiar que en Jorf.


Streptopelia senegalensis (tórtola senegalesa), Zagora.

También aparecieron sobre nosotras los aviones isabelinos, en esta ocasión pudimos certificar su identificación con alguna foto.


Ptyonoprogne fulicula (avión isabelino), Zagora.

Ptyonoprogne fulicula (avión isabelino), Zagora.



En cada curva de la carretera secundaria que habíamos tomado apenas salir de Zagora íbamos encontrando los más diversos especímenes.


Emberiza sahari (escribano sahariano), Zagora.


Pycnonotus barbatus (bulbul naranjero), Zagora.


Turdus merula (mirlo común), Zagora.

Falco tinnunculus (cernícalo tinnunculus), Zagora.

Así, remontando el río y recorriendo la tarde acabamos llegando a la parte alta del Pequeño Atlas cuando el sol empezaba a ocultarse, todo un espectáculo gratuito a nuestra completa disposición.


Atardecer en el Draa.

Desde lo más alto ya veíamos en lontananza las luces de Ouarzazate, en un rato estaríamos en nuestro nuevo destino y en disposición de disfrutar de una suculenta cena vegetariana.

Si quieres ver alguna foto más de este día por Marruecos pulsa aquí.

Los iconos verde oscuro del mapa indican las localizaciones de las observaciones de esta jornada.




¡Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario