miércoles, 18 de enero de 2017

En las llanuras manchegas con un maestro, 17 de enero de 2017.

Salir al campo a disfrutar de la naturaleza es un auténtico placer, pero si además se hace con compañeros con más experiencia, con muchos más conocimientos, con una enorme trayectoria en el mundo del activismo y la conservación medioambiental atesorando, además, una más que contrastada reputación en el mundo de la fotografía de naturaleza, la salida se convierte en un auténtico lujo. 

Así, tras ver la entrada de la semana pasada "Duelo en el atardecer manchego. 11 de enero de 2017", el maestro, en el amplio sentido de la palabra, Rafa Pardo, se puso en contacto conmigo para ver si podía llevarle a conocer los territorios en los que pude disfrutar de la confrontación de los machos de avutarda común. Evidentemente mi respuesta fue afirmativa y, de este modo, nos dimos cita para una breve, pero intensa y productiva, salida por mi zona de campeo manchega.

Cuando acabé con mis obligaciones laborales en Albacete nos encaminamos hacia Horna y sus lagunas, tarros blancos, cucharas comunes, ánades azulones y avefrías europeas fueron las especies que avistamos en una corta parada. 

Llegados a la Laguna de Pétrola nos encaminamos al que yo denomino "rincón de los limícolas", ya que es un espacio muy reducido donde he podido avistar una enorme variedad de estas especies, que en esta ocasión nos ofreció la posibilidad de contemplar correlimos menudo,


Correlimos menudo
agachadiza comúnandarríos grande


Andarríos grande

bisbita alpino, lavandera blanca y, 



subido a enorme montaña de paja de más de seis metros de altura, un precioso zorro rojo que tomaba el sol mientras observaba nuestras evoluciones.



El frío, el viento y la posibilidad de disfrutar de innumerables áreas inundadas hacían que la laguna apareciese prácticamente desierta de fauna por lo que, sin más dilación, nos encaminamos hacia la zona donde había visto el magnífico espectáculo del combate de machos de avutarda.



El haber visto a estos animales en alguna ocasión en un lugar concreto no era una garantía de que tuviésemos la suerte de poder volver a encontrarlos, y mucho menos en un territorio tan amplio y lleno de posibilidades para tan fantásticas aves, pero en esta ocasión mi veterano compañero iba a ver satisfecho su anhelo de fotografiar las avutardas.



Hasta trece ejemplares localizamos pero, desgraciadamente, no tan cerca como tuve el placer de disfrutar la semana anterior.



Seguro que habrá ocasiones y momentos en los que volveremos a tener la satisfacción de saborear la proximidad de las aves más voluminosas de nuestra península.

Satisfechos con este encuentro propuse a Rafa acercarnos a Villar de Chinchilla para intentar localizar una especie bastante difícil de observar que semanas atrás había tenido la ocasión de fotografiar, la agachadiza chica y, si no teníamos ese privilegio, seguro que al menos podríamos obtener algunas imágenes de su "prima" la agachadiza común.


agachadiza común
Observaréis algunas de las diferencias entre ambas especies, la agachadiza común (arriba) tiene el pico más largo, un tamaño mayor y adolece de la ceja oscura de la agachadiza chica (abajo).


agachadiza chica
Como habéis podido comprobar, tuvimos la suerte de encontrar tanto a la agachadiza común como a la esquiva agachadiza chica que, además, se prestó a una larga y variada sesión fotográfica.


agachadiza chica
Una excelente tarde en la mejor de las compañías, sin lugar a dudas un auténtico lujo. Gracias Rafa.

agachadiza chica


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